viernes, 30 de mayo de 2014

Vanguardias. Surrealismo: escritura automática. Nivel II La Cabrera

El pasado miércoles, los alumnos de Nivel II de La Cabrera me pidieron encarecidamente que hiciéramos una actividad sobre las Vanguardias. Principalmente, dadas las fechas en las que estamos, además de que la próxima semana tienen el último examen, que consta de muchos contenidos, era para no dar más materia. Que ya lo sé... Sin embargo, tocaron la tecla adecuada y despertaron mis ganas de probar.

Así que, practicaron la escritura automática del movimiento vanguardista del Surrealismo. Tres minutos en silencio y cinco escribiendo lo que fluyera de sus mentes. Es verdad que no era el ambiente adecuado completamente y que su predisposición tampoco. Aún así, lo intentaron con mucho afán y esta fotografía es el resultado de su trabajo.

Dado que muchos no querían que se conociera, ni su letra, ni sus escritos, eliminé los nombres y solapé unos textos encima de otros. Muy provechoso. Enhorabuena, chicos. Y gracias.


lunes, 26 de mayo de 2014

Te regalo mi placer: Alba nos regala "Platero y yo" de Juan Ramón Jiménez


Hace dos años, estuvo con nosotros Alba Blasco. Alumna del Nivel II de La Cabrera, de sensibilidad superior a la media, comenzó una iniciativa que duró ese curso y con algunos de los compañeros de su clase. Alba es una artista cerámica ahora. He tenido el placer de volver a encontrarme con ella en la salida extraescolar que realizamos en febrero y me ha eneñado algunas de sus creaciones. Algunas son estas máscaras diabólicas que tenéis a izquierda y derecha. Una maravilla, sin duda. 

De ese momento, surgió esta etiqueta "Te regalo mi placer". Ya habéis leído algunas entradas que etiqueto así. En ella, están los textos que nos sugirió Alba y que eran un placer para ella leerlos. Quería compartiéramos ese disfrute de la lectura. 

Pues bien, buscando entre las entradas que tengo entre mis borradores, he desempolvado esta que me dejó Alba a final de curso y que, por falta de tiempo, no pude colgar en su momento. Sin embargo, ahora ha resultado ser más adecuado, puesto que se trata de Platero. Platero y yo de Juan Ramón Jiménez cumple este año cien años de su publicación en 1914. 

Mi homenaje a la maravilla lírica y etérea de Platero, a uno de mis poetas preferidos -casi el que más- y a Alba, por nuestro reencuentro. 

Os lo muestro tal cual lo monté en su momento, tal y como me lo envió Alba.

En esta ocasión, tenemos el placer de leer o releer dos cuadros del libro Platero y yo de Juan Ramón Jiménez. Y es, de nuevo, Alba Blasco, alumna de Nivel II de La Cabrera la que nos trae aquí los textos y los comentarios que le han generado.
 
CXXXII

LA MUERTE

Encontré a  Platero echado en su cama de paja, blandos los ojos y tristes. Fui  a él y lo acaricié  hablándole y quise que  se levantara....
El pobre se  removió todo bruscamente, y dejó una mano arrodillada..... No podía..... Entonces le tendí su mano en el suelo, lo acaricié de nuevo con ternura y mandé venir a su médico.
El viejo Darbón, así se lo hubo visto, sumió la enorme boca desdentada hasta la nuca y meció sobre el pecho la cabeza congestionada, igual que un péndulo.
        -Nada bueno, ¿eh?
No sé que contestó... Que el infeliz se iba...Nada... Que un dolor... que no sé que raíz mala... La tierra entre la yerba...   
A mediodía, Platero estaba muerto. La barriguilla de algodón se le había hinchado como el mundo, y sus patas rígidas y descoloridas, se elevaban al cielo. Parecía su pelo rizoso ese pelo de estopa apolillada de las muñecas viejas, que se cae al pasarle la mano, en una polvorienta tristeza...
Por la cuadra el silencio, encendiéndose cada vez que pasaba por el rayo de los de la ventanilla, revolaba una bella mariposa de tres colores...

CXXV

MELANCOLÍA
     
Está tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos.
      Cantaban los chamarices allá arriba, en la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y su ritmo menudo florido y reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor nuevo.
      Los niños, así que iban llegando, dejaban de gritar. Quietos y serios, sus ojos brillantes en mis ojos, me llenaban de preguntas ansiosas.
       - ¡Platero amigo! -le dije yo a ala tierra-;si, como pienso, estas tu ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes,¿Me habrás, quizá, olvidado? Platero dime: ¿te acuerdas aún de mí?
        Y, cual contestado mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto, revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio...

     Un libro que siempre me hace llorar. Tan hermoso que caló mi corazón profundamente… Su poesía me tiene cautiva...
No tengo palabras, sólo sentimiento.
Gracias a Juan Ramón Jiménez y su mariposa blanca.

viernes, 9 de mayo de 2014

Leyendo La casa de Bernarda Alba de Lorca. Nivel II

El resumen más directo de La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca es su propio subtítulo. El que el autor le asignó. "Drama de mujeres en los pueblos de España". Ni más, ni menos. Si profundizáramos un poco más, diríamos que es un drama que lleva a tragedia. Pero una tragedia que se masca en el ambiente opresivo de la casa casi desde el principio. Una tragedia que no tenía mas que salir de alguna forma, porque está retenida entre las paredes de la casa, en los pechos de las mujeres que la habitan y en el bastón de mando de la propia Bernarda.

En este enlace podéis leer el libro. Federico García Lorca la terminó de escribir poco antes de que morir fusilado al comienzo de la Guerra Civil española, en 1936, pero no se publicó hasta 1945. Un buen análisis de la obra lo tenéis aquí, en Wikipedia.

Lorca, en buena parte de su producción teatral, vemos que dedica sus preocupaciones a las mujeres, a las que considera seres marginados por la sociedad, apartados y menospreciados. En sus tres grandes tragedias Yerma, Bodas de sangre y La casa de Bernarda Alba, además pesa mucho la sociedad del momento, que se acentúa más en un pueblo pequeño de la España profunda. Una sociedad controlada y condicionada por la apariencias, la religión, el qué dirán y la supremacía y violencia del hombre, del macho. Todo esto, en la obra se ve reflejado de forma clarísima. A nadie le queda duda de que a Bernarda le preocupa mucho más la imagen que da su familia a sus vecinos y al pueblo, al que desprecia, que pensar en la felicidad de sus hijas o en la suya propia. De hecho, la niega. Cuando Poncia le sugiere que debería haberse marchado de ese pueblo a otro más grande, Bernarda, aun odiando su pueblo, rechaza la propuesta.

Las mujeres de esta obra son seres conformistas, en parte, pero también, obligadas, por su condición de ser mujer, a satisfacer esas convenciones sociales en las que, como en una ocasión dice Amelia, se les perdona todo a los hombres. Lorca incide en esa situación de víctima de la situación social en la que viven las mujeres. En otra ocasión, dirán "nacer mujer es el mayor castigo".

La única que se rebelará contra esta situación opresora de pasar los 8 años encerradas en casa guardando luto por la muerte del padre, será Adela. La que busca el amor de Pepe, el Romano; su futuro cuñado, interesado por el dinero de su hermana Angustias, que le saca 14 años. Adela se entregará al placer carnal como liberación al encierro que sufre en su propia casa y por su propia madre. Y, sin embargo, ni siquiera ella conseguirá cambiar nada. Porque para poder "liberarse" algo debe pasar a los lugares casi marginales de la sociedad. Debe pasar a ser la "querida" de un hombre casado que estará con ella cuando él quiera. Así se lo dice Adela a Martirio al final de la obra. Y la única liberación final será su suicidio.
Pero, ¿de verdad se libera?

En este blog tenéis un análisis muy completo de la obra, el autor, los personajes de la misma, el contenido social, etc. Merece la pena que le echéis un vistazo.

Y, por último, y ya que la hemos visto en clase, os dejo la película de Mario Camus. Desde mi punto de vista no tiene tanta fuerza como ver la obra en un teatro y creo que no fue adecuada la elección de Bernarda. Julia Gutiérrez Caba es una gran actriz, pero no le va el papel duro, dictatorial y un poco masculino de Bernarda Alba. También hay otros personajes poco dibujados y no muy creíbles, pero es muy fiel al texto.

Espero que la disfrutéis, como siempre.