
buenos pensamientos, sentimientos y espiritualidad sincera en estas fiestas. Eso que falta tantas veces y que creo tan necesario. La lucha de la ilusión contra la decepción, la sinceridad contra la apariencia, la generosidad contra el egoísmo, la consciencia contra la inconsciencia, la verdad contra la mentira. En resumen, en palabras de un niño, la lucha del bien contra el mal.
Este año, no sé por qué razón no encontraba el momento, ni el tema musical que me inspirara. O quizá, dentro de mi alma presentía que iba a llegar la muerte de Joe Cocker. Me sorprende que tuviera 70 años. Siempre creí que sería eterno. Pero no lo ha sido. No así como su voz, que en cada momento superaba la eternidad.
Joe Cocker tuvo de todo en su vida y lo mostraba en su desgarradora voz y en sus dramáticas interpretaciones. Él era el bien y el mal. Representaba, en su figura, sus excesos y su alma sublime. Su alcoholismo, sus adicciones, su violencia... Sus movimientos espasmódicos de comunión con la música que le inundaba, le hacía interpretar sus canciones con una fuerza, tan desgarradora como salvaje, que transmitía e impregnaba, en su inmensidad, de los mismos sentimientos que él gozaba y sufría cuando estaba en el escenario. Un "soulman", que dicen los angloparlantes.
En Cocker, luchan siempre el bien contra el mal. Pero nunca sabemos quién será el bien y quién el mal. Y, sinceramente, poco importa. Porque ambos, te atrapan y apasionan de igual manera.
En el siguiente vídeo, Cocker interpreta en Woodstock en 1969 una de sus versiones más famosas "With a little help from my friends", de los Beatles. Les superó con creces y la hizo suya. Casi todos identificamos esta versión con la banda sonora de "Aquellos maravillosos años".
Memorable es su divertida puesta en escena en 1976 en un programa nocturno estadounidense de referencia, llamado Saturday Night Live - todavía en emisión-, junto a John Belushi, que le imitaba y exageraba cada gesto y movimiento de Cocker. En el siguiente vídeo lo tenéis resumido.
Ya veis que no tiene mucho talante navideño. Si no fuera por lo que de emoción espiritual supone la pérdida de alguien como Joe Cocker.
Disfrutad de las Fiestas.