lunes, 26 de noviembre de 2012

Leyendo Lazarillo de Tormes. Nivel II.

Haciendo uso de mis nuevos conocimientos de herramientas en la red, os añado aquí una presentación Lazarillo de Tormes con el programa Photopeach. Aunque es maravillosa por su cadencia entre música y movimientos de las fotografías, a veces resulta limitada para algunas cosas.

De todas formas, os incluyo aquí una versión similar a la que ya teníais en la entrada de Nivel I, solo que más dinámica. Espero que la aprovechéis.

Guía de lectura del Lazarillo de Tormes on PhotoPeach

jueves, 15 de noviembre de 2012

Os regalo mi placer de asistir a vuestra boda, Yosune e Igor

El 13 de octubre de 2012 fui con mi familia a llenarme del placer de celebrar una boda fuera de lo normal. Imaginad cómo sería que este era el diseño de la invitación... Sobre todo fue muy divertida y difícil de olvidar. Y me vais a permitir que dedique esta entrada a mis primos, Yosune e Igor, a los que quiero muchísimo y que ya son matrimonio.

Cuando pensamos en que os casaríais, después de tantos años viviendo juntos, creímos que no os lo tomaríais tan en serio. Que sería un formalismo y, eso sí, un motivo de celebración, de unión, de muestra de agradecimiento, de "poteo"... Sin embargo, al pedirnos que Blanca y Sofía fueran las encargadas de llevar vuestros anillos, la cosa empezó a sorprendernos. Y debo reconocer que nos encantó. Os agradecemos tanto que pensarais en ellas como co-protagonistas de vuestro enlace, que no os lo sabremos agradecer nunca lo suficiente, sobre todo por lo que a ellas les supuso. El punto de vista de padres es maravilloso. Te llena de orgullo que a tus hijas, a las que cuesta tanto guiar, se las elija para algo tan importante. Y ellas también lo percibieron así. Así que: GRACIAS.

Desde el principio al final, en vuestra boda, todo han sido sorpresas agradables y yo - y nosotros- queremos agradecéroslo haciéndoos esta entrada en el blog. Nos habéis llenado de ilusión, de agradecimiento, de gusto y placer por compartir con nosotros esta experiencia inolvidable.

Nos ha emocionado vuestro cariño sincero hacia nosotros, hacia el resto; vuestro amor que, al contemplarlo, también nos unía al ser amado; vuestro agradecimiento; vuestras preocupaciones por los invitados; vuestros regalos, tan cuidados; vuestros detalles, a veces, imperceptibles; vuestra preocupación y sufrimiento por que todo saliera bien; VUESTRO ENTUSIASMO. (Imagino que llegados a este punto, Yosune ya estará llorando. ¡Ánimo, Yosu, que aún queda un poco más!)

Nos ha encantado vuestra puesta en escena. ¡Ojalá todas la bodas fueran así! Habéis abierto vuestro corazón generosamente. Os habéis mostrado tal y como sois y eso nos ha emocionado profundamente. Entrar en Etxeberri y pasar de un plato a otro a ritmo de Queen, Bon Jovi, Springsteen, AC-DC, nos ha reconciliado con la celebraciones nupciales. Son todas tan serias y previsibles, que la vuestra ha sido de lo más acertado. ¡Genial! Los detalles con los invitados, los ramos de flores a las madres, hermana, prima, amigos os han descubierto cómo sois: generosos, agradecidos a manos llenas y alegres con el bien ajeno.

Solo espero y deseo que siga brillando vuestra buena estrella, que os habéis ganado con esta celebración. Además de que aumentéis el tándem en cuanto podáis. Y, por último, quiero deciros, aunque ya lo sabéis, que aquí nos tenéis para devolveros todo lo que nos habéis dado.

Que llegará ese momento y que no fallaremos.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Leyendo Las Leyendas de Bécquer. Nivel II

Los alumnos que tenéis que preparar la lectura del primer trimestre, y para ello leer cuatro Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, os vais a encontrar con una sorpresa: Las Leyendas gustan siempre. Están perfectamente adaptadas a estas noches de difuntos que acabamos de pasar. Y sí, dan miedo...

Algunas son tan acongojantes, porque el miedo parte de la mente de uno mismo, como en "El rayo de luna". Creemos en las cosas que queremos creer o que estamos dispuestos o predispuestos a creer. Ahí no influye nadie, solo nuestra mente; solo nosotros.

En otras, influirá nuestra religiosidad o no, así como la música, que entusiasmaba a Bécquer, y en su reconocimiento expresa su sensibilidad y preferencias. Como en "El Miserere" o "Maese Pérez, el organista". En la primera, la búsqueda obsesiva del verdadero Miserere, el más cercano a la petición de perdón desde el alma, persigue al peregrino y le lleva hasta un mundo de ultratumba, que produce una música ultraterrenal, nunca oída, la más muestra arrepentimiento y que lo perseguirá hasta su muerte. Y, puedo aseguraros que quienes la lean, no dejarán de acordarse de ella todos los Jueves Santos que les queden por vivir...

"Maese Pérez, el organista", que podéis escuchar aquí, está contada de forma muy original. Por un lado aparece una mujer, un personaje testigo (en primera persona) que nos narra en el tiempo real de Maese Pérez, que fue hace siglos. Y luego tomará la palabra el propio Bécquer, que se introduce en la obra para llevarnos de la mano a los lectores. El juego entre el presente de la demandadora y el espacio compartido con Bécquer nos hace ir y venir. Como si formáramos parte de esa Misa del Gallo multitudinaria por las calles de Sevilla y en la iglesia misma. El creer o no en los espíritus ayuda o no a leer esta leyenda. Pero no a dejarla sin terminar...

Por último, "La cruz del diablo", la más terrorífica, la más cruel de todas. Sobre todo en lo que se refiere a la parte real del señor del Segre. Ese tipo de señor feudal, tirano, que atemorizaba a su pueblo. Si pensáis un poco, imaginaréis que, si el la cruz representa el respeto a Cristo y su símbolo, la cruz del diablo representará lo mismo, pero refiriéndose al ángel caído. Fijaos cómo empieza su narración:

   "Que lo creas o no, me importa bien poco."

Disfrutad de las leyendas, historias, cuentos y narraciones de Bécquer. Son parte de nuestra tradición, pues casi todas ellas las toma de narraciones orales sorianas, navarras, sevillanas... Por otro lado, su toque personal, romántico, de profundidad de sentimientos, nos hace vivirlas hasta lo más profundo de nuestro ser.

Y, tened en cuenta, que cerrar las puertas de vuestras habitaciones, no servirá de NADA.