jueves, 20 de octubre de 2011

Escuela pública, de tod@s para tod@s... en Francia

Hoy, día de huelga por la enseñanza pública en la Comunidad de Madrid, trabajo. A las once de la noche. Y no sé si esto estará dentro de mis 37 horas y media de horario semanal. Según Esperanza Aguirre trabajamos solo 25 en el centro. En nuestro caso, 30. Y ¿entonces? ¿Cuántas en casa, presidenta? De siete a doce y media, ¿no? Ya, ya, ya...
Me dice que los exámenes de 2º de Bachillerato de mis compañeros, en clases de 38-40 alumnos, recordemos, se corrigen en diez horas. (Un examen o comentario de texto de 2º Bach, en nuestro caso Acceso, puede llevar media hora) ¿Y cuántos cursos dice que tienen?  Unos 4 ó 5, los de Lengua. Los de Musica, Plástica, Educación Física... casi el doble. Pueden sumar hasta 150 alumnos en total. Y hay que corregirles los ejercicios, los exámenes, preparar las clases - a ser posible con nuevas tecnologías, que Dios sabe las horas que echas cuando te metes a elaborar algo por ordenador...-, escucharles a ellos, a sus padres, aconsejarles, apoyarles, creerles, apostar por ellos, animarles cuando tú no lo estás... ¿Y cómo se cuantifica eso? Si en la balanza ponemos todo lo anterior, ¿qué ponemos en el otro platillo? ¿Horas? ¿Tiempo? ¿Dinero? ¡Qué vulgaridad!
Casi vamos a dejarlo, porque como total esto es genético. El que pueda aprobar, lo hará. ¿Y el que genéticamente ha nacido menos capaz de hacerlo? Pues como no tenga dinero que le pague el título... A la cola del paro. Esto, a lo fino. Que si nos metemos en casticismos este blog deja de ser educativo.
Provoca un desánimo y una tristeza inmensos comprobar el abandono que sufrimos y podremos sufrir. Muchos de nosotros estamos donde estamos gracias a haber estudiado en la escuela pública de los años 80 y 90. Y en la universidad también. Y quizá por ello ahora somos más críticos y estamos más preparados para ver que nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. Y nos negamos a ello.
Me ha mandado una compañera este vídeo de Youtube que quiero que veáis y que preocupa. ¿Por qué? Pues porque lo mismo está ocurriendo en Francia.
Solo tengo una cosa que decir:

NUNCA NOS QUITARÁN LA ILUSIÓN DE ENSEÑAR. Eso es nuestro.


2 comentarios:

  1. Suscribo y peno por todo lo que dices, compañera. Pero añadiría que todo esto es el resultado de una aplastante maquinaria que pretende perpetrar un atentado contra uno de los principios más importantes de nuestra cultura que es el derecho a la igualdad de oportunidades. Este que te escribe, jamás habría podido llegar a ser lo que hoy es y temo que nuestros alumnos nunca puedan desarrollar sus potencialidades. ¿Retorno a la sociedad estamental?
    ¿TANTO TIENES, TANTO SABES?

    Antonio, el de Lengua

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  2. ¡Ay, Antonio! ¡Cuánta razón tienes y qué me alegra leerte aquí! Afotunadamente, nosotros no "sabemos", ni "valemos", lo que "tenemos".
    Y si es necesario volver a la sociedad estamental, volvamos a ser infanzones, como el Cid; pero también a luchar como él, con la Tizona y la Colada.
    Porque somos nosotros los que nos damos cuenta de este atropello y no podemos permitirlo. Luchemos con la libertad interior de héroe de Cantar de Gesta. Con su mesura, con su determinación.
    ¡Luchemos por el Cid!¡Luchemos por transmitir todo esto a nuestros alumnos!
    Un abrazo fuerte.

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