Para descubrir a José de Espronceda, quien os ha causado tanto interés, os dejo está página para que disfrutéis y reflexionéis con sus poemas. Esto es una parte del verdadero Romanticismo. No el 14 de febrero, como nos intentan hacer tragar.
"La desesperación", del que ya hemos hablado en clase, lo escribió en un momento vital en el que perdió a su gran amor, Teresa. La solución fue un particular infierno de prostitutas y alcohol. Pensad en esos sentimientos cuando lo disfrutéis.
Leyendo el poema casi nos estalla su inmensa tristeza en la cara.
Por otra parte, hemos leído de Bécquer la leyenda de "El monte de las ánimas". En esta página la tenéis completa junto con otras leyendas.
Aunque a mí me gusta más esta otra página de Ciudad Seva. Es magnífica y tiene en su Biblioteca Digital Ciudad Seva múltiples lecturas, principalmente cuentos. Lecturas gratuitas de textos completos, para quienes sepan apreciarlos.
Como el verso de Quevedo, aunque en aquel caso era su amor el que tendría sentido, pretendo que en este blog todo tenga sentido: mis palabras, tus palabras, nuestras palabras. Ya que esa es la característica principal del ser humano, vamos a comunicarnos, a investigar y a deleitarnos con nuestra materia de Lengua castellana y Literatura. Aquí, aunque las palabras vuelen con el viento y desaparezcan, ¡tendrán sentido!
jueves, 26 de enero de 2012
martes, 10 de enero de 2012
¡Pasen! ¡Hemos vuelto!
Ya estamos aquí de nuevo dispuestos a comernos el mundo, a seguir luchando.
Bienvenidos a todos los que continuarán comiendo y saturando sus cuerpos y sus mentes después de estos atracones de dulces, comidas, bebidas y disfrutes varios.
Me alegro mucho de entrar en estos días rutinarios y cálidos para estas fechas. La normalidad se necesita tanto como las bacanales. Todo en su justa medida es buenísimo o buenérrimo, según se mire.
Hay que seguir luchando por lo que dejamos a medias hace veinte días. Por titular, por aprender, por disfrutar, por compartir.
Por cierto, ya queda menos para Semana Santa...
Bienvenidos a todos los que continuarán comiendo y saturando sus cuerpos y sus mentes después de estos atracones de dulces, comidas, bebidas y disfrutes varios.
Me alegro mucho de entrar en estos días rutinarios y cálidos para estas fechas. La normalidad se necesita tanto como las bacanales. Todo en su justa medida es buenísimo o buenérrimo, según se mire.
Hay que seguir luchando por lo que dejamos a medias hace veinte días. Por titular, por aprender, por disfrutar, por compartir.
Por cierto, ya queda menos para Semana Santa...
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