Séneca por Rubens |
Sobre la felicidad.Sobre la brevedad de la vida.
Es un importante tratado sobre la reflexión de la felicidad y la vida. Alba destaca los siguientes fragmentos.
¿Por qué nos
quejamos de la naturaleza? Ella se comportó admirablemente: la vida si se sabe utilizar es, larga. A muchos
los entretiene una insaciable avaricia: éste se siente arrastrado por las
constantes dificultades que encuentra en unos trabajos sin sentido; otro se embrutece
con el vino; aquél se duerme en la pereza; a ése lo cansa su ambición siempre
pendiente del juicio de los demás; algunos guiados por un incontenible deseo de
negociar, dan la vuelta por toda la
Tierra y recorren todos los mares con la única obsesión del
lucro.
La pasión por las
armas arrastra a cierta clase de hombres, que nunca tienen en cuenta los
peligros ajenos, ni se preocupan por los suyos; los hay que se consumen en una esclavitud
voluntaria, dejándose llevar por una veneración hacia sus amos. La mayor parte
de aquellos que no saben dónde van, se dejan influir por pareceres diferentes y
una inconstancia, siempre voluble y descontenta consigo misma, los zarandea por
todas partes. A otros nada a donde puedan dirigir sus pasos les satisface, y
decaídos y marchitos, se ven
sorprendidos por la muerte de tal manera que no dudo sea verdad aquello que
dijo el más grande de los poetas a modo de oráculo:
*Exigua pars est vitae,quam nos vivimus*
*Exigua pars est vitae,quam nos vivimus*
*Una mínima parte de la vida es la que
nosotros vivimos*
Porque realmente es
cierto que toda su duración no es vida, sino tiempo. Por todas partes estamos
rodeados de vicios que nos atacan y que no nos dejan levantarnos, ni volver
nuestros ojos hacia la contemplación de la verdad: antes bien nos mantienen
hundidos y clavados en las pasiones. Jamás se les permite recurrir a sí mismo,
si es que por casualidad se les llega algún descanso: sigue fluctuando, como
sucede en lo profundo del mar, en donde continua el movimiento, aun después de
haber cesado los vientos; así pues, tampoco a ellos les llega la calma,
obligándoles a separarse de sus pasiones.Piensa tú que solamente hablo yo de aquellos cuyos defectos están a la
vista de todo el mundo: pon tus ojos en esos a cuya felicidad se recurre; ellos
mismos se ahogan en sus propios bienes. ¿A cuantos no les son pesadas sus
riquezas? ¿Se pueden contar si quiera
aquellos a quienes les costó su sangre esa misma elocuencia con la que trataban
de dar a conocer su inteligencia en un esfuerzo continuado? ¿No son muchísimos
los que sufren angustias en medio de sus constantes placeres? ¿A cuántos no ha
dejado un instante la libertad aquella multitud de clientes que los agobia?
Recorre, finalmente, todas las clases sociales, desde la más baja, hasta la más elevada: uno cita a juicio, el otro se presenta, esté peligra ése defiende, y aquel sentencia. Nadie se preocupa de sí mismo: cada uno se va acabando, preocupándose de los otros. Pregunta sobre aquellos cuyos nombres son más conocidos: observaras que se distinguen por estas cualidades <Éste es admirador de aquél, aquél es admirador del otro, nadie de si mismo.>
Además la indignación de algunos es lo más ridícula: se quejan del desprecio que les hacen los superiores, porque no los encuentran desocupados, ni dispuestos a recibirlos cuado ellos quieren.¿Se atreverá nadie a quejarse de la soberbia de los demás, cuando él mismo se halla libre jamás para preocuparse de sí mismo? Aquel superior tuyo, sin embargo, sea el que fuere, admito que te recibiera con cara de pocos amigos, pero se dignó mirarte alguna vez; aquel dejó libres sus oídos para escuchar sus palabras; aquél te admitió a su lado, en cambio, tú jamás te has dignado volver la mirada para ver lo que pasaba dentro de ti mismo, ni escuchaste siquiera.
Recorre, finalmente, todas las clases sociales, desde la más baja, hasta la más elevada: uno cita a juicio, el otro se presenta, esté peligra ése defiende, y aquel sentencia. Nadie se preocupa de sí mismo: cada uno se va acabando, preocupándose de los otros. Pregunta sobre aquellos cuyos nombres son más conocidos: observaras que se distinguen por estas cualidades <Éste es admirador de aquél, aquél es admirador del otro, nadie de si mismo.>
Además la indignación de algunos es lo más ridícula: se quejan del desprecio que les hacen los superiores, porque no los encuentran desocupados, ni dispuestos a recibirlos cuado ellos quieren.¿Se atreverá nadie a quejarse de la soberbia de los demás, cuando él mismo se halla libre jamás para preocuparse de sí mismo? Aquel superior tuyo, sin embargo, sea el que fuere, admito que te recibiera con cara de pocos amigos, pero se dignó mirarte alguna vez; aquel dejó libres sus oídos para escuchar sus palabras; aquél te admitió a su lado, en cambio, tú jamás te has dignado volver la mirada para ver lo que pasaba dentro de ti mismo, ni escuchaste siquiera.
Alba Blasco, hace nos comenta qué le ha parecido el libro:
Para
evitar que la vida parezca breve, hay que intentar no estar ocupados, pues como
dice el propio filósofo hispano "[...] mientras tú estás ocupado huye
aprisa la vida [...]".
Un libro para leer y reflexionar sobre el hombre…
de aquellos tiempos… y aspectos de la vida que aún se ven reflejados en la
sociedad actual.
Para saber más sobre el autor y la obra tenéis estos enlaces:
1. Wikipedia, sobre vida y obra de Séneca.
2. Podéis leer el libro completo en esta página de Google.
3. Enlace con la página de la biblioteca virtual de Andalucía. En ella se hace un repaso sobre la vida de Séneca y una reflexión sobre la obra que estamos tratando.
Espero que os haya sido interesante esta aportación de Alba y la disfrutéis mucho.