domingo, 25 de enero de 2015

Salida extraescolar del 22 de enero: "Pintura española del siglo XIX" en el Museo del Prado y Don Juan Tenorio en el Teatro Pavón, dirigido por Blanca Portillo

Isabel II velada, de Torreggiani. Museo del Prado
El pasado 22 de enero de 2015, mi compañera Rosaura y yo hicimos una extraescolar muy parecida a la del año pasado. Como el curso anterior, decidimos unir una visita comentada en el Museo del Prado y la asistencia a una obra de teatro clásico.

En este caso, en el Museo del Prado nos deleitamos con la "Pintura española del siglo XIX". La educadora que nos acompañó, María, lo hizo tan dinámico e interesante y nos contó tantos secretos y anécdotas, que de una hora y media de visita, nos pusimos en dos.

En ese siglo, conviven tres movimientos: Neoclasicismo, Romanticismo y Realismo. Vimos múltiples obras, sobre todo pictóricas, como "Carlos III", de Mengs, "Isabel de Braganza" de Bernardo López, "Muerte de Viritao" de Madrazo, "La rendición de Bailén" de Casado del Alisal, "El fusilamiento de Torrijos" de Gisbert, "Aún dicen que el pescado es caro" de Sorolla, "La actriz María Guerrero como doña Inés" de Raimundo de Madrazo, entre otros.

Pero, fundamentalemente, nos centramos en Goya. Observamos y analizamos "La familia de Carlos IV", las "majas" desnuda y vestida, "La condesa de Chinchón", "Jovellanos", las Pinturas negras y el levantamiento y fusilamientos de 2 y 3 de mayo de 1808. Y terminamos la visita con una delicia: la escultura en mármol de Isabel II velada de Torreggiani. Puro Romanticismo, el rostro oculto de una Isabel II idealizada, muy bella, con esa tela lánguida y delicada. La delicadeza del tul esculpida en piedra. Una maravilla.

Y tras hora y media de descanso, a las ocho de la tarde, comenzó la obra "Don Juan Tenorio" de Zorrilla, dirigida por Blanca Portillo, que se representa en el Teatro Pavón. Una puesta en escena muy atrevida, valiente, sorprendente, violenta, impactante, con un mensaje muy claro de la directora. Estas palabras venían impresas en el programa de mano:

"En un mundo donde la violación de las leyes, la violencia de género, la destrucción de los valores morales y éticos van en aumento, Tenorio debe dejar de ser un modelo a seguir. No puede ser modelo de nada aquel que "por donde quiera que va atropella la razón, escarnece la virtud, burla a la justicia y vende a las mujeres". 
Creo que ya va siendo hora de que alguien llame a Tenorio por su nombre".

Una obra que respeta, casi en su totalidad, el texto de Zorrilla, pero que es vanguardista en su puesta en escena. Quizá demasiado para algunos, que abandonaron el teatro a la mitad y se perdieron lo mejor. Nos dejó estupefactos. Sombras que desfilan, cantos de blues entre escenas - donde estaba la esencia de la crítica a don Juan y sus malas artes -, artilugios mínimos del decorado, que consiguen imágenes sorprendentes, ambiente macarra, duro, bronco, al margen de la ley. Una escena del sofá inolvidable; un don Juan subido en el panteón rodeado de las estátuas-luces blancas, mientras las sombras transitan a su alrededor; una Brígida descarada, promiscua, como don Juan, don Luis o Ciutti...

Hay que verla, si se puede. Marcará un antes y un después en la representación de Don Juan Tenorio. A nosotros, nos recompensaron luego algunos de los actores con la firma en el programa de mano de Loli y Lola, que fueron las atrevidas que le pidieron los autógrafos a José Luis García-Pérez (don Juan) y a Juanma Lara (don Gonzalo de Ulloa).

A continuación, os dejo un reportaje sobre la obra del programa "Atención obras" de La 2. En ella, Blanca Portillo explica sus razones para hacer esta puesta en escena tan rupturista. Recordad que la misma obra será diferente, según quien la ponga en escena. Veinte veces que veáis el Tenorio representado, veinte veces diferentes será. A mí esta versión me ha parecido impresionante.




Por último, quiero daros las gracias a todos los que vinisteis a disfrutar de una tarde con nosotras en el museo y en el teatro. El trabajo, que hemos realizado durante varios meses para organizala, ha tenido una recompensa excelente: vosotros.
Y a ti también, Rosaura, compañera del alma, compañera.
Seguimos en sintonía, como te gusta decir. Porque es verdad.





2 comentarios:

  1. Una buena entrada de blog, Isabel, que resume certeramente la experiencia de aquella tarde que, seguramente, será inolvidable para todos los que asistimos. Las dos íbamos a la expectativa de cómo saldría todo, es inevitable, aunque lo hubiéramos preparado con mucha ilusión y afán desde hacía meses (siempre nos pasa), y las dos nos vimos recompensadas por todos: los pintores, la educadora del Prado, la compañía de teatro y sobre todo, por los alumnos y por nuestro propio entusiasmo de compartirlo.
    Gracias a todos, gracias compañera y, por supuesto, siempre en sintonía para seguir disfrutando con nuestro trabajo.

    ResponderEliminar
  2. muy bonito es la verdad yo lo pase genial gracias susana la cabrera presencial

    ResponderEliminar